El hombre que la esperaba era Oscar Wade.
- Te dije que era inútil escapar.
- Todos los caminos te traen, me encontrarás en cada vuelta, yo estoy en todos tus recuerdos, dijo Wade.
Harriet ya estaba acostumbrándose a la presencia de Oscar y siempre lo esperaba a la misma hora en la Hab.107 del Hotel Saint Pierre, pero ese día nunca se apareció, pasaron las cuatro, cuatro y media, cinco y no llegó, Harriet ya estaba desesperada. Al parecer, Oscar Wade ya había ido hasta el recuerdo más lejano; no quedaba ya nada de él.
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